Nuestra historia
Mi bisabuela me enseñó a coser cuando tenía 5 años. Ella me cuidaba mientras mi hermana estaba en la escuela y mi mamá estaba en el trabajo. Me hacía panqueques, miraba sus jabones y me enseñaba a hacer colchas con la ropa de poliéster de mis tías y tíos abuelos de la década de 1970.
Continué cosiendo a mano hasta que obtuve mi primera máquina de coser a los 16 años. Hacía cortinas y almohadas para combinar con mi habitación. Coser fue uno de mis pasatiempos favoritos durante la escuela secundaria, la universidad y la escuela culinaria. Creo que fui el único estudiante universitario que tenía una máquina de coser y telas abarrotadas en su pequeño dormitorio compartido de 10x12. Me gradué y decidí ir a la escuela culinaria también (una larga historia que dejó a mis padres muy confundidos y un poco preocupados).
Avance rápido 5 años: después de pasar unos años dirigiendo una compañía local de chocolate, casarme con Jonathan y adoptar a nuestra primera hija, Adventure, un amigo me presentó los aceites esenciales. Me pidió que le hiciera una bolsita de aceites esenciales. Ella quería algo lindo y hecho a mano (pero no "hecho en casa"). En ese momento (alrededor de 2016), la mayoría de las bolsas de aceites esenciales se fabricaban en masa en el extranjero y simplemente no eran atractivas. Redacté una bolsa que me gustaría. Necesitaba un acolchado adicional para proteger las botellas si se caía, un forro que protegiera contra las botellas con fugas y la capacidad de sostener botellas de cualquier tamaño que quisiera llevar. No me di cuenta en ese momento en lo que me estaba metiendo.
Ese primer mes hice 100 bolsas de boca en boca. El segundo mes, decidí que este pequeño negocio secundario necesitaba un nombre y tal vez debería comenzar a llevar los libros 😬😬 El tercer mes renuncié a mi trabajo y comencé a trabajar, bueno ... todo lo que se puede con un niño de 3 años. a sus pies. Ocho meses después, mi esposo comenzó a trabajar para el negocio a tiempo completo y se convirtió en el único ingreso de nuestra familia.
En 2019 nos sentimos llamados a adoptar nuevamente. Mientras completamos el papeleo de nuestra agencia de adopción, aprendimos sobre la adopción de embriones. Semanas después del repentino fallecimiento del papá de Jonathan, transferimos tres embriones que habían estado congelados durante 14 años. Nuestra hija Primrose nació tres semanas antes de lo previsto en agosto de 2020. (Para ver la historia completa de nuestra adopción de embriones, haga clic aquí )
Hemos experimentado el estrés, las dificultades y la alegría de ser dueño de una pequeña empresa, especialmente durante la pandemia. Pero lo que es más importante, hemos experimentado la asombrosa gracia y provisión de Dios y la extrema generosidad del apoyo de nuestros clientes, familiares y amigos. Es realmente un placer poder diseñar y fabricar productos hermosos y funcionales para usted y su familia.
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